La Justicia como servicio
Alejandra Gils Carbó y María Stella Maris Martínez explicaron que la Escuela de Servicio de Justicia ofrecerá estudios de posgrado y maestrías que se diferenciarán de los tradicionales, ya que la enseñanza apuntará “a la gestión y no al academicismo aséptico”.
Stella Maris Martínez y Alejandra
Gils Carbó junto al rector de la Universidad de La Matanza, Daniel
Martínez.
La procuradora general, Alejandra
Gils Carbó, y la defensora general, Stella Maris Martínez, dirigirán una Escuela
de Servicio de Justicia, que inauguraron ayer. Se llama así porque será un
ámbito de formación basado en “la revalorización de la administración de
justicia como servicio público”. Ofrecerá estudios de posgrado y maestrías que
se diferenciarán de los tradicionales, ya que la enseñanza apuntará “a la
gestión y no al academicismo aséptico que se ve en algunos claustros
universitarios”, explicó Gils Carbó. Allí podrán estudiar, en forma gratuita, no
sólo defensores y fiscales, sino jueces, empleados y operadores judiciales y
aspirantes a ingresar al sistema de Justicia.
“Los magistrados no deben ser burócratas a
quienes la vida les pasa por el costado”, dijo Gils Carbó en un acto inaugural
que se hizo en el Banco Nación, y explicó que el enfoque en enseñar para la
“gestión” se debe a que “la magistratura se aprende en la trinchera”. “La
Justicia es un servicio, no puede haber jueces a los que haya que dirigirse como
‘excelentísimo magistrado’. En el Ministerio Público Fiscal eso está prohibido,
a los fiscales se les dice ‘señor fiscal’, y a mí se me dice ‘señora
procuradora’”, comparó.
Martínez dijo que apuesta a que quienes estudien
en esta escuela tengan “un perfil de alguien que sepa mucho, pero con altísimo
grado de compromiso social, porque si no tiene compromiso social con los
vulnerables, si no entiende lo que es acceso a la Justicia, será un buen
burócrata, pero nunca llegará a ser un buen juez o un buen defensor o un buen
fiscal”. Se ofrecerá, dijo la defensora, un “alto nivel técnico, pero no va a
ser una carrera teórica, no vamos a formar docentes universitarios, vamos a
formar jueces, fiscales y defensores, que no necesariamente es lo mismo”. “Hay
juristas que carecen de espíritu crítico, porque son docentes, pero nunca le
vieron la cara a un preso o nunca oyeron llorar a la madre de uno, y esos son
los que forman a los futuros magistrados”, subrayó. La carrera, remarcó, será
interdisciplinaria y con espíritu práctico. “Será revolucionaria”,
celebró.
La escuela comenzará a funcionar en el segundo
semestre y ofrecerá cursos variados y tendrá una Carrera de Especialización en
Magistratura, que dictará junto con la Universidad de La Matanza y que dirigirá
la jueza del superior tribunal de la ciudad de Buenos Aires Alicia Ruiz. El
Consejo Ejecutivo lo integran Javier De Luca, fiscal de Casación, y Gabriel
Ignacio Anitua. En el Consejo Académico están Julio Maier, Raúl Zaffaroni,
Víctor Abramovich, Alejandro Alagia, Alberto Binder, Gustavo Bruzzone y Omar
Palermo. También hay juristas internacionales: el italiano Luigi Ferrajoli y el
portugués Antonio Cluny.
De Luca explicó que un cambio cultural en el
ámbito judicial no se logra si no se generan ámbitos y modelos nuevos,
diferentes, de enseñanza. “El problema es que, de lo contrario, se sigue
reproduciendo el sistema, que enseña de manera formalista y estructurada”,
sostuvo en diálogo con Página/12. “Lo que se busca, además, es enseñar
cuestiones jurídicas y prácticas para la aplicación del derecho con un contenido
ideológico, que sea democrático, progresista, que apunte a limar las
desigualdades, a luchar contra la corrupción y que sea favorable a los derechos
humanos.” “Los posgrados tradicionales se quedan en cuestiones teóricas a veces
importadas, que no funcionan bien en nuestra geografía y que no profundizan en
buscar la raíz de los temas. No es lo mismo analizar un piquete con los
estándares del artículo 194 del Código (que castiga el corte de vías de
comunicación) que los de la libertad de expresión. O ¿cómo explico el secuestro
del avión de Evo Morales? Si lo explico con la criminología mediática de
Za-ffaroni veo que el mensaje es que en cualquier lugar del mundo pueden bajar
un avión”, señaló De Luca, fiscal de Casación.
“Queremos para esta escuela que forme el
carácter de los magistrados y trabajadores para que tengan pasión por el derecho
y plena conciencia de lo que sociedad espera y necesita de la Justicia”, se
esperanzó la procuradora. Martínez también destacó que habrá capacitaciones para
los asistentes sociales, médicos y psicólogos que trabajan en los ministerios
públicos. La defensora lanzó en este punto una crítica hacia la Corte Suprema,
“que no nos deja usar muchos servicios, y vamos a tener nuestros médicos,
nuestros peritos, y espero que lo hagamos con el Ministerio Público
Fiscal”.
En el acto de ayer participó también el rector
de la Universidad de La Matanza, Daniel Martínez, y estuvieron presentes el
ministro de Justicia, Julio Alak, y su número dos, Julián Alvarez. El juez
Zaffaroni mandó una carta de adhesión a la creación de la
escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario